martes, 7 de agosto de 2007

los que nos pierden 1

Y algunos matan ágilmente, sin remordimiento alguno, cortan las sogas que unen, de un tijeretazo y desprenden rápidamente la ropa de su cuerpo, agregándole seducción al juego perverso mientras ven caer al cadáver en la grieta que ellos mismos cavaron. Otros prefieren fusilar a sus víctimas con palabras sueltas de sentido vacío, que aparentan ser consoladores pero no lo son y no son pensados como para aliviar
el dolor.
Y llenan las cabezas con perdones y mentiras, antes de clavarle la bala en el pecho, antes de recibir una cachetada al orgullo.
Los terceros prefieren ir desapareciendo lentamente, poco a poco, trazar una línea invisible para no encontrarse del otro lado. No quieren saber,no quieren jugar.
Aman matar a distancia, en plena inconciencia, para no sentir culpa alguna de que en sus sueños aparezcan las manchas rojas esparciéndose en la pared.
Hay asesinos que bailan desnudos en cárceles de oro,
que devoran el deseo con la mirada, que buscan la distancia del otro para que cuando éste se acerque
y se mezclen
piel contra piel,
le corte la mano.
Hay asesinos que gritan, que son atormentados, que quieren huír, y no sale otra cosa de su boca que un cuchillo. Hay asesinos que lloran con desconsuelo cuando lo que esperan, es ver el alma partir con mil agujas en los ojos
y regocijarse de aquél dolor mudo.
Todos somos asesinos.
Queriendo

3 comentarios:

Desangelado dijo...

El amor is a born killer. Nosotros somos solos oficinistas a su lado.

... dijo...

Tropiezo con tu prosa, pero en ello también encuentro cierto encanto. Me gustó mucho.

Marilyna dijo...

Que ganas de asesinar a alguien o me asesinen...